Contactos del Tercer Tipo

Por años he subido la montaña, y nunca aprendí tanto como ahora.


Un paseo maravilloso
El sábado 4 Marzo decidí ir a subir cerros, pues hace tiempo que no podía ir.  Andar a pie tiene sus ventajas y desventajas, y en internet miré las opciones de viaje para ir. Metro y micro, o metro y transporte privado.
La página del Cajón del Maipo (zona de la cordillera de Santiago) indica cómo hacer tu viaje, y recomendaba a una empresa de turismo que viaja todos los días desde metro Bellavista de la Florida. Era viernes y llamé para consultar el precio. Turismontaña te lleva a las 8.30 de la mañana y te trae de regreso a la ciudad a las 6 de la tarde.
Estaba todo coordinado entonces. El día sábado el metro abre a las 6.30 así que no había que hacer mucho esfuerzo.
Raúl y la señora Nora, madre e hijo, trabajan en la empresa de transporte familiar. Personas bastante amables con las que se puede conversar de cualquier cosa. Acostumbrados a conocer todo tipo de personas y nacionalidades en sus viajes, han vivido en el Cajón por muchos años, en especial Nora quien nació en el pueblo de El Volcán (a 80km de Santiago), hace más de 70 años.
Durante el camino leimos en el diario La Cuarta que se anunciaba tormenta eléctrica en la zona cordillerana. Me pareció divertido. Nunca le creo a La Cuarta... sin embargo, pensé que tenía que preguntar cuando llegara a Baños Morales, porque realmente me había olvidado de revisar ese punto.
En el pueblo todo se veía normal, en calma. Dejé a mis anfitriones de transporte en la zona de "shopping" del pueblo (como ellos le llaman) y me dirigí hacia la entrada del Monumento Natural de El Morado, que es resguardada por CONAF.
Les pregunté a los funcionarios de aquel lugar si había novedades en el sendero, o si acaso el clima tenía previsto algún inconveniente, pues les comenté lo del diario. Se rieron y dijeron que no, que los funcionarios más jóvenes habían visto que había llovido más temprano, pero nada más.
Así que me fui. Estaba un poco nublado, pero hacía ese calor húmedo tan raro, que no es común en Santiago.

El Morado tienes 3 hitos en su sendero: aguas panimávidas (3km), la laguna Morales (6km) y el glaciar San Francisco (8km).

Demoré dos horas en llegar a la laguna Morales, así que descansé 1 hora allí, y almorcé acompañada de unas app 40 personas que estaban o se desplazaban por el lugar.

El clima estaba perfecto, no hacía frío y el nublado permitía quedarse junto a la laguna, apreciando el entorno. Así que me animé a seguir hasta el glaciar. Una vez cerca, quise tomar algunas grabaciones del río que viene desde el interior del glaciar. Fue allí cuando se puso a llover.

Es espectàculo mirando hacia arriba (al glaciar) y hacia abajo (la laguna y el cerro Tronador) es maravilloso. Allí agradecí en silencio por estar ahí después de tanto tiempo. Felicidad. Así me sentí.


Lluvia a gran altura
La lluvia comenzó a ser más intensa y el cielo se cubrió aún más y vinieron luego los truenos. Me dije entonces Es hora de volver. Así que mientras bajaba y me acompañaba la lluvia y los truenos, algunos que también iban bajando nos saludamos, mientras que otros iban subiendo para sacarse selfies.
Me adelanté a la lluvia a la altura de la laguna, así que el viento me secó la ropa. Estaba el viento tibio, y de vez en cuando miraba hacia atrás cuando escuchaba los truenos.
Casi a 3km de CONAF, me alcanzó la lluvia otra vez, y los truenos ahora procedían de la zona del río Volcán (bajando del Volcán San José) hacia donde está Baños Morales.
Una vez de regreso en CONAF, saludé a los guardias y aproveché de conversar un rato, ya que me preguntaron por mi paseo.
Cinco y media de la tarde iba de regreso al shopping de Baños Morales en busca de mi transporte. Allí me esperaban Raúl y Nora. Nora atiende un pequeño almacén donde venden dulces y bebidas. Esperé allí un rato, hasta que estuvieran listos para volver.
Fue entonces que vinieron algunas personas a hablar con ellos diciendo Vienen las amarillas, así que hay que tener cuidado.
Era enigmática este mensaje y cuando les pregunté qué significaba comenzó la lluvia, y la señora Nora y Raúl se apuraron en su quehacer para salir pronto del pueblo.
Las amarillas son las aguas del volcán que bajan de un color amarillo, por arcilla que viene de la altura. La lluvia que empezábamos a tener, con el calor que había, se produjo a gran altura, y eso no era bueno, pues producía aluviones.
Así que nos pusimos en camino. Salimos de Baños Morales a las 6 y algo de la tarde. Y emprendimos el regreso por el camino el Volcán, pero ya se habían producido los primeros cortes de caminos.

En ese momento no lo sabíamos, pero el puente de San Alfonso ya había sido llevado por un alud, así y varios aludes se habían producido llevándose a unas cuantas personas.

Se tomó la decisión de regresar, esperar que declinara la tormenta eléctrica en un par de horas más tarde. Pero empeoró, así que cuando les pregunté dónde podría quedarme a pasar la noche, ellos me dijeron que me quedaría con ellos.

En la cabaña sin electricidad, dejaron una lámpara a gas encendida, y una radio a pilas. Se le iba la onda cada cierto rato, y nos despertaba cuando aumentaba el volumen de vez en cuando. No decían nada de la zona en dónde estábamos. Solo mencionaban a las Termas del Flaco (San Fernando) y la Calle Larga (Los Andes).

Cerré los ojos, pero no dormí casi nada. No sabíamos cuántos días podríamos estar aislados en Baños Morales.


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